Doctor Supongo ¿qué me pasa? ¿Puedo, en algún momento, dejar de interpretar?

–  Antonio, ¿has hablado con Juan?, he oído que tiene problemas en su entorno familiar, creo que no se encuentra muy bien. Me dicen que está cabizbajo y que demora sus responsabilidades ¿él sabe que estás preocupado por su rendimiento?¿has hablado con él?

–  Marga, Juan lo sabe, no hace falta que yo le diga nada ya después de todas las conversaciones que hemos tenido, él tiene que ver que su rendimiento es bajo, que está en la oficina pero es como si no estuviera, que no atiende a sus responsabilidades, que ha faltado a sus compromisos, que ya no es el que era. He hablado miles de veces con él y siempre me dice que lo hará, pero no lo hace. Hemos revisado sus objetivos y parece que los tiene claros, pero no los cumple. He hecho de todo para intentar meterle en la rueda de nuevo, no sé qué hacer… no cambia…

 Leyendo este fragmento, supongo que habrás entendido el idioma, podrás interpretar el problema, el tipo de relación entre estos colaboradores, interpretar que el tono no es demasiado positivo, que alguien llamado Juan no está pasando un buen momento, dilucidarás frustración en las palabras. Quizás quieras saber cuál es el desenlace de esta conversación.

“…La interpretación como decía Gadamer, no es una actividad exenta de presuposiciones: es un proceso activo, creativo, en el que el intérprete lleva consigo una serie de tradiciones, supuestos y expectativas para tratar con el mensaje que se desea entender”.

Cada uno con nuestra experiencia, nuestros conocimientos, entorno, interrelaciones, suposiciones, creencias y disposición iniciamos nuestro proceso de comprensión y por ende de interacción. Así, podemos olvidar la idea del receptor pasivo y ver la recepción como actividad, actividad situacional. Interpreto que ahora, al leer este post, estás adoptando una actitud activa, transportándote al mundo que yo he construido y esto requiere actividad por tu parte y un esfuerzo por la mía porque quiero hacerme entender, pero no dejo de interpretar, porque no puedo interaccionar contigo de otra manera.

Este pequeño fragmento sirve para darnos cuenta de la importancia que tienen las creencias, suposiciones e interpretaciones en cualquier conversación. Cuando lees algo no tienes forma alguna de no suponer, de no interpretar, como acabo de hacer yo, pero cuando te relacionas con alguien puedes realmente sino eliminar, al menos, identificar los quizás, supongos, creencias e interpretaciones. Al identificarlos puedes tomar la decisión de preguntar o no, si preguntas puedes tener respuestas o no y si tienes respuestas puedes buscar creencias, encontrarlas, “atacarlas”, eliminar interpretaciones o no… En cualquier caso es tu decisión, tu responsabilidad, lo que está claro es que el tipo de conversación va a marcar el tipo de relación. Las empresas no somos personas sino relaciones entre las personas. En el cómo y en el para qué me relaciono estará el resultado.

¿Puede cambiar la relación entre Antonio y Juan? ¿Es consciente Antonio de lo que dice?, ¿qué pasaría si alguien provocara a Antonio devolviéndole todas sus creencias?, ¿tiene claros Juan sus objetivos?, ¿está viendo Juan que su rendimiento es bajo?, ¿qué significa hacer todo lo posible para meterle en …?, ¿no cambia?… ¿Hemos pensado en la idea de que las personas no se resisten al cambio, pero sí a ser cambiadas?

Querido paciente, no le pasa nada, nada más que lo que le pasa al 100% de la población, es sólo que si usted supone, cree o interpreta está expuesto a no tener seguridad en nada de lo que dice y a que quien lo escuche lo sepa. La única cura es a-prender a escuchar y ser escuchado, observar y ser observado, preguntar y ser preguntado, contestar y ser contestado, provocar y ser provocado…

POSOLOGÍA

Tómeselo en pequeñas dosis y con calma, no es fácil, requiere un proceso de maduración.

COMPOSICIÓN

10mg de reflexión, 5mg de tiempo, 5mg de escucha empática, 1mg de “morderme la lengua”

ACTIVIDAD

Es eficaz en las relaciones con las personas. Reduce la inseguridad y la sensación de vértigo ante determinadas acciones. Es eficaz no sólo en la acción sino en la persona.

INDICACIONES

Alivio sintomático de los quebraderos de cabeza ante determinadas situaciones.

PRECAUCIONES

No exceder la dosis recomendada en la posología

9 thoughts on “Doctor Supongo ¿qué me pasa? ¿Puedo, en algún momento, dejar de interpretar?”

  1. El ego, ese gran desconocido, ¿pero cómo es posible que no reaccione después de 1000 conversaciones? Yo no tengo nada que ver,mes el que no quiere o peor, no puede. El ego, yo soy perfecto y el mundo no me entiende, no quiere entenderme

  2. Claro claro, si yo se que interpreto, entonces se que hay más de una forma de ver la realidad, quien tiene razón? Necesitamos más “recetas” de este estilo que ayudan a reflexionar sobre como vemos el mundo y los conflictos.
    Gracias doctora

  3. Efectivamente Ainhoa, la clave está en “escuchar y ser escuchado, observar y ser observado, preguntar y ser preguntado, …” Las relaciones se basan en dos o más personas, no sirve de nada que yo te hable y no me escuches, que te pregunte y no me respondas, y viceversa. A veces nos limitamos a creer o imaginar lo que pasa sin saber realmente qué está sucediendo y eso nos induce a error. Debemos aprender a ser más empáticos, a escuchar y observar y no sólo “oír” y “ver” y luego por lo tanto “imaginar” que es lo que me estaba ocurriendo.

  4. Todos hemos sido “Juan” o “Antonio” alguna vez, es bueno tener una receta para saber cómo afrontarlo si vuelves a verte en la misma situación. Me gusta mucho la COMPOSICIÓN:
    10mg de reflexión, 5mg de tiempo, 5mg de escucha empática, 1mg de “morderme la lengua”, habrá que calcular bien las medidas para aplicar la dosis exacta de cada ingrediente. Si tengo alguna dolencia emocional acudiré a mi nueva “doctora” a ver que me receta la próxima vez.

  5. Jose Ignacio Echegaray

    Ainhoa, te propongo un ejercicio: Durante una semana analicemos las conversaciones que tenemos y sus resultados. Creo (es una creencia) que nos sorprenderemos al comprobar que hemos escuchado poco, que hemos hecho pocas preguntas, que hemos sido poco asertivos, etc, etc. Claro, el resultado es que esas conversaciones nos aportado poco y, seguramente, no hemos conseguido los objetivos que nos habiamos marcado.
    Gracias, muy bueno.

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